Mis Estimados y muy Queridos Parroquianos (Hermanos y Hermanas)
La paz de Jesús les bendiga y les sea propicio a Ustedes.
Ya estamos entrando en la Sazón de Navidad.
¡Feliz Navidad! 2020b
El Dios Padre en Su amor para nosotros seres humanos caídos en pecado nos ha enviado a Su propio Hijo, a Quien San José le puso el nombre de Jesús.
Ademas, Jesús, el Hijo único de Dios Padre, en Su amor para nosotros pecadores, se nos ha entregado, como un regalo navideño y que es eterno, a Sí mismo por medio de tomar sobre Sí mismo nuestra naturaleza humana. El siempre es el Ser Divino, y lleva en Sí una naturaleza humana. Decimos que además de ser el Ser Divino, o la Persona divina segunda de la Santísima Trinidad, que ya tiene dos naturalezas, una divina y una humana.
En Su naturaleza humana, Jesús ha sido y es siempre como nosotros en todas las cosas menos el pecado. Por eso, con Su cuerpo humano podía sacrificarse por nosotros por medio de ser crucificado en la cruz. Su sacrificio de sí mismo en la cruz es el sacrificio perfecto ofrecido a Dios Padre. Por Su pasión y muerte, Jesús quita la ira de Dios a los que creen en Él.
Sí, si es el regalo del cielo dado a nosotros. El Padre Dios nos regala a Sí mismo por medio de Su Hijo, Jesús. Si es la generosidad del Padre Dios, si se expresa Jesús a nosotros en Su ternura para nosotros, ¡cuánto más deben ser nuestra generosidad y ternura hacia el Dios Padre y Jesús!
Como católicos no creemos en los fantasmas del mundo pagano (por ejemplo, Santa Claus con sus renos volando a través de la bóveda del cielo y con sus duendes). Empero, creemos solamente en Jesús y en su Espíritu Santo, Quien es el Señor y dador de vida. Que no tengamos vergüenza de anunciar el Nombre de Jesús y Su evangelio a toda la tierra. Con el coro de los ángeles cantando a los pastores cerca de Belén, declaramos: "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Dios se complace". No dice, al contrario, "en Quien los hombres se complacen", sino que Dios regala Su paz a los hombres, quienes Dios escoge, ama, se complace. Que Dios siempre, por lo tanto, se complazca en nosotros, ojalá Sus favoritos.
Que Yahvé te bendiga y te guarde; Que ilumine Yahvé Su rostro sobre ti y te sea propicio; Que Yahvé te muestre Su rostro y te muestre Su rostro y Te conceda la paz. (Numeros 6:24-26)
Les deseo con todo mi corazón: ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad!
Padre Mateo
Santa Margarita Iglesia Católica Romana
Tempe, Arizona
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